Argentina 4-1 España (amistoso)

**Admin** Miér 8 Sep 2010 - 19:10

Higuaín lleva siete goles en 11 juegos con Argentina y en promedio sólo lo supera Batistuta. Por ahora...

Puestos a hacer comparaciones, casi el segundo deporte nacional detrás del de ser técnicos, los argentinos se relamen con Gonzalo Higuaín, el nuevo Bati. Y no importa que se trate de jugadores disímiles en características futbolísticas, todo se justifica. Después de encontrar en Messi al sucesor de Maradona, la figurita más difícil, ahora vamos por el Bati. Gabriel era todo potencia y fusilamientos, con dosis generosas de rebotero. El Pipita también sabe hacer goles típicos de número 9, pero se destaca por su habilidad. Entonces, ¿dónde encontramos un punto de unión? En los increíbles números, la tremenda eficacia de ambos. Bati sigue con la corona puesta (ver En el podio ), y no por nada es el goleador histórico de la Selección. Y segundo en cuanto a porcentajes, su mayor aspirante a destronarlo, Higuaín. El ex River ya suma siete festejos en 11 partidos, un 0,62 de promedio por encuentro.

Desde su arribo a la Selección, hace apenas un año, Higuaín metió goles en todos los frentes, desde amistosos, pasando por las Eliminatorias y hasta llegar a la cima que significa un Mundial. Justamente en Sudáfrica se consolidó como el centrodelantero indiscutible. Ya no hay un Diego Milito que pueda hacerle sombra. Y ayer, frente al campeón del mundo, definió con clase una de las dos jugadas claras que tuvo. Siguiendo con las estadísticas que asombran, un 50% de eficacia. El Pipita recibió una buena habilitación de Tevez a los 13 minutos del primer tiempo y fue dos cosas a la vez. Egoísta para no darle el pase a Messi, quien entraba sin marca por el medio, y genial en la posterior definición. Primero amagó a encarar hacia adentro con la derecha y la adelantó con la zurda para dejar clavado a Reina. Después, para corregir que se le fue larga, picó a fondo aunque el esfuerzo no le nubló la cabeza: desde un ángulo cerrado levantó un poco la pelota para hacer infructuosa la estirada sobre la línea de un defensor. Su cara de felicidad lo dijo todo, aunque luego no pudiera expresarlo con palabras porque salió apurado para no perder el vuelo de regreso a Europa. De haber podido, seguro se habría lamentado por la oportunidad desperdiciada, la que el ingresado Valdés le arañó a los 7’ del ST tras un jugadón de Banega y Cambiasso (ver página 20).

Higuían no entra en la tipografía de los jugadores que se ponen la camiseta de la Argentina y suben exponencialmente su nivel. También es un tremendo goleador en el Real Madrid: entre liga y copas, el 9 lleva 78 gritos en 133 juegos, lo que le da un promedio altísimo de 0,58. Y en su escaso tiempo en River también dejó huella: dos festejos en seis partidos.

A Higuaín todavía le falta para ser como el rey Batistuta, está claro, como así mismo le falta a Messi para ser Maradona. Pero se va probando la pilcha.

Fuente: Olé